La convivencia humana en general no es lineal ni fácil, pues la complejidad de comprender y aceptar al otro con sus atributos y defectos es un gran reto, en muchos casos por la confrontación interna que ciertos comportamientos del otro generan en nuestra vida.
Los psicólogos clasifican ciertos comportamientos como mecanismos de defensa, los cuales operan de forma inconsciente para defenderse de las emociones o pensamientos que generan ansiedad, sentimientos depresivos o afectación a la autoestima.
Dicho lo dicho, hablemos de las formas de relacionarnos en el día a día y como vamos argumentando desde nuestro interior las formas de reacción, algunas veces conscientes y la gran mayoría de forma inconsciente, en este último caso es cuando llegan los “ayayay” al actuar instintivamente.
En el caribe las personas expresan con orgullo “el que me la hace, me la paga”, invocando aquella antigua y nunca olvidada ley del ojo por ojo, diente por diente. La cual de manera significativa toma vigencia en la actualidad cuando la gente pierde confianza en las entidades encargadas de administrar la justicia, por lo cual es casi pan de cada día ver cómo la gente decide atrapar al que está robando y darle una paliza hasta dejarlo a las puertas de la muerte.
Así mismo se actúa en el plano de las relaciones interpersonales por lo cual es común ver y sentir la desconfianza de las personas para abrirse a los demás, hoy todos contamos con los mecanismos de defensa activos, pues es muy escaso encontrar personas que lleguen con verdad a la vida.
La semana pasada te invite hacer el inventario de los amigos, hoy te invito a listar las personas que llegaron y al pasar del tiempo pelaron el cobre, lo que conllevó que se activarán los mecanismos de defensa, lo que trae implícito un mal rollo basado en las pérdidas momentánea de la tranquilidad y la paz.
Y es precisamente en ese momento donde se conoce la capacidad interna de crecerse desde la dimensión humano y no caer en el camino fácil y simple de la ley del Talión, sino de soltar y terminar todo aquello que no sume a la estancia en la tierra.
Con el paso del tiempo se va desarrollando un sexto sentido para identificar a la gente jesuita que llega a la vida con el propósito de sacar provecho o simplemente de jorobarte la vida porque no son capaces de ser feliz con la que les tocó.
No dejen que nadie tenga el poder de robarles la felicidad y tranquilidad, ¡¡¡¡vivan conforme a su propia voluntad!!! recuerden que lo más liberador para el ser humano es vivir y dejar vivir, pero sobre todo ayudar a vivir!!!
Fabian Molina Martínez
El Emblemático
21 de noviembre de 2021.
Cuanta sabiduría en tus letras Fabian!!
Indescutiblemente es de grato agrado leer cada una de tus palabras plasmadas en tan real escrito..... No dejar que nadie nos robe la paz y la tranquilidad creo que se ha convertido en la bandera que muchos llevamos en estos momentos... Gracias Fabian por siempre regalar esa píldora que nos alimenta el alma....