Con la chancleta, la varita, el hico y en casos extremos el cable o el manduco, eran los instrumentos empleados históricamente para corregir un comportamiento o una falta de respeto a un adulto. Los padres de la época acertadamente o no, sabían como ejercer la autoridad con afecto, pues se trataba de corregir o moldear un comportamiento a través de estímulos que indicaban que era lo bueno o malo.
Crecimos bajo el esquema de premio y castigo, lo que llaman los profesionales de las ciencias sociales y humanas, el condicionamiento clásico, el cual consiste en brindar un estímulo frente a los comportamientos presentados; por ejemplo si violas una norma básica de la casa, lo que recibirías era unos pencazos o simplemente esa mirada penetrante de la mamá, que uno sabía que luego había un ajuste de cuentas.
Seguramente los lectores tendrán experiencias ante ese momento que la mamá, papá, abuela o algún adulto con autoridad en la casa, cuando en un momento de rebeldía nos enfrentamos al mundo a cuesta de lo que fuera y de repente aparecía la penca o correa en la mano de la figura de la autoridad y el única camino existente era salir corriendo para evitar el doloroso momento de entender que las normas están hechas para mantener un orden y sana convivencia.
Lo anterior define nuestro tipo de sociedad y obviamente nuestro comportamiento colectivo, capaz de mantener el orden si existe una figura de autoridad que logre castigar o premiar según sea el caso; pero cuando no existe la autoridad nos convertimos en una sociedad anárquica, donde cada quien cree tener la libertad de afectar a los otros porque sí, sin medir el impacto de sus actos. Por citar un simple ejemplo de la actualidad la inobservancia en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad.
En la actualidad el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Salud y Protección Social mantiene la calidad de emergencia sanitaria en el país a causa de la pandemia del Covi-19, lo cual implica mantener las medidas de Bioseguridad en todo el territorio nacional, y eso sino estoy mal incluye a Villanueva!!!. Pero es solo dar un vistazo por la ventana y darse cuenta qué aspectos esenciales como el uso del tapabocas desapareció como hábito de cuidado; contrario a las disposiciones legales y a pesar que en los medios de comunicación se indicó que la proyección del uso del tapaboca estará hasta mediados del 2022, en correlación al avance de la vacunación.
Es posible que Villanueva cuente con buenas estadísticas en aplicación de vacunas?, la verdad no lo sé!!! porque no he escuchado nunca a alguien decir el avance de vacunación de la población residente en Villanueva es del tanto por ciento; y lo índico ante las recomendaciones de expertos en el tema que señalan que el panorama ideal para la inmunidad de rebaño es del 75% de la población vacunada.
Ante el uso del tapaboca he pensado, será que la gente del pueblo ve por la televisión que en Italia, España, Francia o Estados Unidos no se usa el tapabocas y por ende es ley universal; pues lamento decir que eso se da por la falta de educación brindada por las autoridades competentes, quienes deben contextualizar a la población desde nuestras realidad. Podría decirse que es hora de la penca, que se ejerza la autoridad, más no el uso de la fuerza, para tomar el cauce y prevenir situaciones que puedan nuevamente traer tristezas a Villanueva, ante la proyección del Gobierno Nacional por la evolución de nuevos casos con la variante Delta del cuarto pico en el país.
Y Villanueva debería estar atento a la situación pues se escucha a mucha personas por motivos respetables algunos y otros por ignorancia en el tema que no se han vacunado, lo cual nos vuelve vulnerables ante un cuarto pico; esperemos que quienes tienen la autoridad agarren el toro por los cachos y generen pedagogía que conlleve a la creación de consciencia desde hechos reales y no desde la desinformación de las redes sociales.
señores con responsabilidades en el tema, es hora de amarrarse el cinturón, no para dar fuete, sino para hacer lo que se debe, ejercer la autoridad con afecto para el pueblo!!!
Fabián Molina Martínez
El Emblemático
17 de Octubre de 2021
Hay Dios aquí como que se acabo el Covid-19 lo mas triste es que sin saber siguen muriendo personas de este virus, es que hay que ver que los que deben ejercer esta autoridad tampoco lo usan. Por tal motivo he aprendido en mi caminar que no puedes pedir lo que no das y no puedes exigir de lo que no eres ejemplo
Si señor!! Que agarren la varita de totumo, o la matica mala como le decía Jose Enriquw a la Escubilla.